5/04/2009

Duele la partida Brutal de un Amigo

No había querido escribir. Quería esperar que se me pasara la pena, que se me pasara la rabia. Sin embargo, creo que no es justo hacerlo sin este sentimiento que aun me abruma y que no pasa, de hecho, jamas debiera pasar.
Estoy triste, tengo rabia y muchas ganas de encontrar algun atisbo de conformidad. Quisiera, de manera solemne, encontrar los atributos, las buenas cosas, los buenos recuerdos. Me pierdo en mi estado de absoluta perplejidad y no me conformo todavía. Mi estado de incomprensión es supremo y camino torcido por este dolor seco, profundo que me atrapa y no me deja.
Sé que la vida pasa, que somos simples pasajeros de su via y que cada dia se nos acorta e, invariablemente, llegara el instante del suspiro final. Tambien sé que es tiempo de sacar conclusiones determinantes en el manejo de nuestras popias vidas y los aspectos que, directa e indirectamente, la rodean.
No quiero ser pacato, no quiero ser el puto moralista que prejuzga sin más. Solo quiero creer que la muerte de un querido amigo como El Gonza no puede ser en vano, no debe pasarse por alto y ser solo una más. Debemos reaccionar todos, debemos aprender, debemos crecer y entender que nuestro amigo se fue producto de los excesos, del sin sentido que muchas veces nos rodea, ese que se nos hace natural y que, honestamente, se puede evitar.
Siento rabia por que un ser especial se fue de esta manera brutal, siento pena por que ya no está y no hay vuelta atrás. Quiero creer que esta bien, tranquilo, en paz. Esperemos que los que quedamos aprendamos de su partida y crezcamos en todos los sentidos posibles. Que valga la pena la tragedia en la partida de nuestro amigo. Que nos ayude a entender cuales son las verdaderas cosas que nos debieran importar.
Que la sonrisa de nuestro amigo brille por siempre. Dios guarde a su familia, les de coraje y entendimiento. De paz y consuelo a sus corazones y fortalezca cada huella de su caminar.