6/23/2008

UN LLAMADO A LA NUEVA SANGRE - por R. de la O

En más de alguna ocasión hemos oído que a los jóvenes no les gusta el sistema, que no les interesa participar o se sienten presionados a la hora de votar lo que, sin duda, ayuda a que exista un rechazo sostenido hacia la política y a aquellos que la practican. Prefiero pensar que tal vez son los propios políticos los que se han despreocupado de involucrar e incentivar a los más inexpertos, de motivarlos y que aquel arquetipo o paradigma del político serio, intelectual, elegante, apático y distante más que nada ayuda a enrarecer el ambiente contribuyendo a que la distancia entre ellos y los jóvenes sea aun mayor. Al final los jóvenes optan por posiciones más contestatarias, rebeldes e indefinibles dado que sus ideas, sus filosofías, no encuentran un espacio, un lugar, dentro de nuestra sociedad. Imagino que habría que preguntarse por que.
Quisiera creer que así como las sociedades cambian, sucumben, renacen, vuelven a crecer y se desarrollan, debiera ocurrir algo parecido o similar con nuestras bases votantes en que las generaciones mas púberes o mejor dicho, ciertos “rangos de edad”, de una generación a otra evolucionan y pueden “madurar” y permitirse tener el grado de importancia que, en definitiva, tienen. En mi humilde opinión los jóvenes deben hacer valer, a la hora de elegir en conciencia, a los nuevos encargados de dirigir a nuestro país en las distintas esferas que la democracia así lo permite. Es su responsabilidad, es nuestra responsabilidad, es responsabilidad de todos. Por lo tanto creo que aquellos que no se sienten participes del sistema deben golpear la mesa, levantar su voz de forma inteligente y marcar su voto para que de una vez se les tome en cuenta como es debido, se les respete y se les incorpore a la política. La política no es otra cosa mas que el arte de entendernos y buscar líneas de similitud a nuestras distintas formas de pensar.
Se hace preciso que nuestros compatriotas que se inician en las lides del “votar”, aquellos que en ocasiones se sienten intimidados por temas que no entienden, que no les gustan o que no les llaman la atención, se preparen, se instruyan y logren entender la importancia que su elección tiene, para ellos y sus cercanos; por una cuestión de conciencia, respeto personal, como así también por los demás, por nuestra sociedad y país.
La Democracia es claramente imperfecta en muchos aspectos, sin embargo, es el sistema que, en mayor o menor medida, nos involucra de manera directa, nos incluye y nos permite participar, nos permite votar. Es tiempo de que ese ejercicio tan básico en un estado democrático, tan incomodo para algunos, tan obligado para otros, tan importante y trascendente para todos se realice con la dignidad que conlleva el sufragio, voto o elección popular que ni es otra cosa que la oportunidad que tenemos de seleccionar a nuestros lideres y tener el derecho a levantar la voz con bases fundadas en la responsabilidad de la decisión impresa con la tinta de nuestras ideas.